Declaración Mundial
Las atrocidades que se desarrollan en Gaza cuestionan la moralidad de todo el mundo
de intelectuales, líderes religiosos, figuras públicas,
escritores y artistas ( 29 de enero de 2024 )
1- Con dolor e ira, hemos sido testigos de horrendas atrocidades contra más de dos millones de palestinos en la Franja de Gaza, la mayoría niños y mujeres. Esto representa un desafío moral para el mundo entero, una cuestión que exige urgente vigilancia humana y una profunda reevaluación de los principios.
2- Rechazamos hacer la vista gorda ante los atroces crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo palestino en Gaza, crímenes que son similares al genocidio y la limpieza étnica. Condenamos con vehemencia el continuo apoyo militar, político y propagandístico que sus perpetradores reciben de las potencias internacionales.
3- Estos acontecimientos han expuesto los graves desequilibrios en nuestro mundo, una crisis ética cada vez más profunda, un dilema de valores intratable y prácticas propagandísticas engañosas.
4- Advertimos contra las consecuencias de dejar de lado tratados y leyes que ponen en peligro la paz global y los intereses de las naciones al socavar el derecho internacional y el derecho internacional humanitario.
5- Respaldar la ocupación militar, las políticas de opresión, persecución, genocidio, limpieza étnica y crímenes de guerra bajo la apariencia de ética y de principios humanidad es un envoltorio engañoso que transforma lemas éticos, humanitarios y de principios en una herramienta para matar, oprimir y perseguir.
6- Es inaceptable invocar, defender o desactivar selectivamente valores, principios y convenciones de manera beligerante de acuerdo con las prioridades políticas de los Estados y su oscilante péndulo de intereses. La inconsistencia de las posturas de las potencias internacionales según sus intereses y alineamientos socava la credibilidad de sus posiciones en general.
7- La horrenda agresión en curso contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza ha erosionado la confianza restante de los pueblos y masas de todo el mundo en la ética del orden internacional, en la eficacia de la justicia penal internacional y en el impacto de los valores, principios, convenciones y consignas sobre el territorio.
8- Un motivo de alarma es la celebración de plataformas internacionales, políticas y mediáticas de declaraciones dedicadas a justificar la agresión, glorificar a sus perpetradores, culpar a sus víctimas y responsabilizarlas por su aterrador destino de muerte, destrucción, sed, hambre y desplazamiento.
9- Lo que está sucediendo en Palestina nos recuerda capítulos terroríficos de la Era Colonial. Esto subraya la importancia de abrir los polvorientos archivos del colonialismo, hacerlo responsable tanto moralmente como por principios, y extraer de ello las lecciones necesarias tanto para el presente como para el futuro.
10- Condenamos la colocación jerárquica de unos seres humanos por encima de otros en estatus, derechos y atención, y denunciamos cualquier violación explícita o implícita de la dignidad de cualquier pueblo y de todas las comunidades humanas.
11- Las atrocidades que se desarrollan en Gaza son un ejemplo expresivo de un mundo que sufre graves desequilibrios a expensas del hemisferio sur, sus pueblos y sociedades. Esto requiere un enfoque correctivo urgente e inflexible.
12- Advertimos contra el enfoque de monopolizar la verdad, confiscar valores y principios, y emplearlos selectivamente de acuerdo con los intereses de las potencias internacionales, e imponer una narrativa unilateral al mundo basada en prejuicios, arrogancia, desaires y subterfugios.
13- Un mundo que decide emplear selectivamente sus valores, principios y leyes -donde las vidas humanas no son iguales en derechos, libertades y dignidad- es un mundo injusto que siembra ira y discordia entre generaciones que notan la brecha entre altos eslóganes y prácticas terroríficas.
14- Sucumbir a discursos que justifican el genocidio, la limpieza étnica y los crímenes de guerra que han sido arrojados desde plataformas internacionales, políticas y culturales plantea una amenaza para la humanidad en su conjunto, no sólo para el pueblo palestino.
15- Advertimos contra la atribución de términos como «civilización», «civilidad», «humanidad», «bondad» y «luz» a políticas de genocidio y crímenes de guerra, y contra la justificación de atrocidades despojando de humanidad a los pueblos oprimidos, así como como envenenar la atmósfera de convivencia humana y de interacción cultural en un mundo diverso.
16- Nuestro mundo carece de una brújula de responsabilidad ética que rechace la arrogancia, la dominación, la violación de tratados y convenciones, las políticas de genocidio, la limpieza étnica, los crímenes de guerra y la persecución.
17. Ahora se ha vuelto imperativo participar en un discurso filosófico, intelectual y cultural global para evaluar la preparación de nuestro mundo, en principios y ética, para adherirse a las convenciones internacionales y humanitarias y oponerse a las campañas de genocidio y limpieza étnica. , y la usurpación de los derechos y libertades de los pueblos.
18- Los defensores de la filosofía, el pensamiento, la cultura, la literatura, el arte y las sociedades religiosas y civiles deben levantarse para cumplir sus funciones éticas y de principios en la defensa de los derechos, la justicia, la libertad y la dignidad humana en Palestina y en todo el mundo, y oponerse a toda injusticia, opresión, persecución, genocidio, limpieza étnica y políticas racistas.
19- La voz de la conciencia humana debe ser elevada, con valentía, antes de que sea demasiado tarde, ya que los crímenes contra la humanidad son una violación contra la humanidad en su conjunto, no sólo contra sus víctimas directas, privadas de sus derechos a la vida, a la seguridad, a la libertad, y la dignidad en Palestina.
20- Un mundo que decide su postura ante las atrocidades y violaciones basándose en la identidad del perpetrador y la identidad de la víctima es un mundo sin seguridad, derechos ni justicia. Sus naciones y ejércitos no dudarán en aniquilar a algunos humanos para permitir ciertas políticas que prioricen sus intereses sobre sus compromisos declarados.